¿Qué es el estrés?

¿Qué es el estrés?

El estrés es una reacción mental y física ante una situación inquietante que nos obliga a comportarnos fuera de nuestras rutinas habituales. Es una parte importante de la vida que nos ayuda a desarrollarnos. Pero no todo reto o situación desconocida es necesariamente un factor de estrés. Sólo se produce una reacción física y mental cuando no estamos seguros de que nuestras propias capacidades y recursos disponibles sean suficientes para afrontar la tarea. Para entender el evento de estrés es decisiva la valoración subjetiva de los recursos y capacidades disponibles y la importancia de alcanzar el objetivo. El estrés a corto plazo es normal, vital y no es peligroso para la salud. Sin embargo, bajo un estrés positivo y negativo a largo plazo, el cuerpo no puede recuperarse porque el nivel de cortisona en la sangre permanece permanentemente elevado, lo que se asocia a una pérdida de elasticidad vascular, a un aumento de la presión arterial y a un sistema inmunitario debilitado con una mayor susceptibilidad a las enfermedades, lo que puede tener graves consecuencias para la salud. En primer lugar están los estresores físicos, como el calor, el ruido, el hambre o el dolor (crónico); en segundo lugar, los estresores mentales y emocionales, como las exigencias de rendimiento, la presión del tiempo, las demandas/expectativas excesivas y los sentimientos de responsabilidad; y, por último, los estresores sociales, que tienen su origen en el contacto interpersonal, como los conflictos no resueltos, el aislamiento, las situaciones competitivas y las experiencias de separación y pérdida. Los tres factores de estrés provocan una reacción de lucha y huida a nivel físico (los tigres de dientes de sable estresantes ya no existen hoy en día, pero obviamente los jefes, los compañeros de trabajo, los cónyuges, los amigos y los entrenadores mentales provocan la capacidad, consciente o inconsciente, de experimentar los mismos síntomas físicos y mentales), a nivel conductual, reacciones visibles como hablar rápido, comer apresuradamente, acortar las pausas, hacer varias cosas a la vez, falta de planificación u olvidos; a nivel motor, reacciones visibles de estrés; y a nivel cognitivo y emocional, reacciones no visibles de estrés como sentimientos y pensamientos. Los tres factores de estrés pueden intensificarse mutuamente en el sentido de “meterse en algo”. Por lo tanto, el estrés no está provocado principalmente por la situación en sí, sino por su interpretación subjetiva basada en nuestras actitudes, valores y experiencias vitales. Las reacciones al estrés son, por así decirlo, un autocondicionamiento y éste es el punto de partida para un posible coaching.

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